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jueves, 5 de marzo de 2015

Curso de Iniciación a la Apicultura

Curso teórico-práctico de 2 días para iniciarnos en el apasionante mundo de la apicultura. De la mano de Fernando Almagro, apicultor.
Puedes hacer el curso completo (los 2 días), o sólo el módulo 1, con el que ya te llevas una visión global. El segundo día ofrece la posibilidad de conocer algunas prácticas esenciales en el manejo de colmenas.
Programa teórico (módulo 1):
  • La colonia de abejas.
  • Morfología y anatomía de las abejas
  • Tipos de colmenas
  • Los productos de la colmena
  • Visitas a la colmena, manejo
  • Varroasis
Programa práctico: 
  • Módulo 1 (sábado): Prácticas en colmenar y prácticas con material.
  • Módulo 2 (domingo): Marcaje de reinas; test de varroa; división de colonia.
Cuando: -> Módulo 1, sábado 14 de marzo (10:00h a 14:00h – 16.00h a 18:00h).
-> Módulo 2, domingo 15 de marzo (10:00h a 13:00h).
Dónde: Pozoblanco (Córdoba). 
Número máximo de alumnos: 10 personas. 
Aportación: Curso completo: 45 €. Sólo módulo 1: 30 €. Inscripción y pago hasta el día 11 de marzo. 
Opcionalmente se ofrece la posibilidad de cena/desayuno y alojamiento en la finca para quienes hagan los 2 módulos.  
Más info y contacto
Laura:  626 25 43 62   basanta.laura@gmail.com
Jose:    672 12 80 54   josegraciaycalvo@yahoo.es

martes, 24 de septiembre de 2013

No quiero transgénicos. Voto a favor de la vida



Acción URGENTE (hasta el miércoles 25 a las 13h) - Exige al Parlamento Andaluz que prohíba los transgénicos en Andalucía

EL PRÓXIMO JUEVES TENDRÁ LUGAR EN EL PARLAMENTO ANDALUZ LA DISCUSIÓN DE LA PROPOSICIÓN NO DE LEY PARA PROHIBIR LOS TRANSGÉNICOS EN NUESTRO TERRITORIO
Lunes 23 de septiembre de 2013

lunes, 17 de septiembre de 2012

Tiovivo de gigantes (estructura para trepadoras: guisantes, etc.)

Nuestra (pen)última actuación hortelana, un "Tiovivo de gigantes", es decir, una estructura para plantas trepadoras, como los guisantes, u otras similares...

Lo de Tiovivo... las fotos pueden mostrar porqué (Candela al menos lo ve así). Los "gigantes", bueno, Miguel está aprendiendo cada día muchas palabras, frases... y los guisantes aún le resultan un poco sosos... Debe ser más emocionante enfrentarse a gigantes que a molinos...

Aquí el amigo Fran y yo dándole vida a una vieja sombrilla de bar, con la idea de crear una estructura que soporte varias matas de pequeñas trepadoras (a ver cómo nos sale el experimento).

Encontrado una ubicación que nos parece adecuada, cerca del huerto, de los puntos de agua, entre frutales en una zona en la que creemos que estará soleada en las horas más duras del otoño y el invierno... creamos una estructura y luego vamos a intentar generar un rico humus in situ, que enriquezca el suelo sobre el que trabajaremos.

1.- Así que hemos enterrado el soporte de una gran sombrilla de bar en la tierra.


2.- Hemos usado sólo la parte de la sombrilla que entolda, para no crear una estructura muy alta, de modo que incluso las crianças puedan acceder fácilmente a ella y el viento juguetón no nos dé algún disgusto. El trozo de mástil que nos ha sobrado lo guardamos para otra movida.


3.- Orientada la sombrilla de modo que 2 de sus 4 diagonales marquen los puntos cardinales, se fija con estaquilla del lugar (palitos recios del suelo en derredor...). Y en los puntos en los que anudaremos las guías colocamos tornillos que nos sirvan para afianzar los nudos.


4.- Para fijar las guías (cordel) al suelo seleccionamos cuatro piedras grandes, del lugar, para cada punto cardinal (blanca para el norte, negra para el sur, rojiza para el poniente y amarillenta para el levante). Las piedras de las diagonales intermedias son de menor tamaño y de color al azar. Todas las piedras se lavan amorosamente con agua de nuestro pozo y se dejan secar antes de anudarles las guías. El agua de lavado se vierte bajo la estructura para dejar allí todas sus cositas...


5.- Se colocan las guías dejando el cabo suficientemente largo en torno a las piedras por si precisamos reajustar altura, cambiar el ángulo de trepado, reponer cuerda... Lástima no haber tenido a mano cuerda de pita, pero el interés por dejarlo terminado nos llevó a usar lo que teníamos a mano en ese momento. Se ha alternado la posición entre extremos de las diagonales y centro, para facilitar el acceso al laboreo en cada guía, de modo que los 8 puntos de guía al final ¡inscriben un cuadrado regular dentro del octógono! (¡¡La matemática nos ayuda!!)


6.- Para acabar la jornada empezamos a acolchar, con excedentes del propio lugar (huerto, vegetación diversa... sin flores ni semillas). La idea es obtener todas los beneficios del acolchado (biodiversidad, nutrientes, protección frente al sol y la desecación del suelo...). La tierra se encuentra un poco dura y ha estado bastante expuesta a los rigores del verano, con lo que pensábamos ayudar en los puntos de enraizaje aportando algo de tierra del huerto.



Ya estamos preparando las semillas de las trepadoras que colocaremos, terminando de acolchar y preparar el suelo... Y pensando en invitaros para ayudarnos en otras tareas de la finca: ducha solar, compostero con neumáticos, techo vivo...

¡Salud y feliz paso al otoño!

Jose.

¡Ah! Un proyecto de Fran, Candela, Miguel y Jose.

jueves, 2 de agosto de 2012

Naufragio de 1949 junto a Punta Almina (Ceuta, España)


INFORMANTE: Tomasa García Sánchez y Rafael Alonso Sánchez (Ceuta)
RECOGIDO POR: Juan Ignacio Pérez, Asociación LitOral (Literatura Oral)

Tomasa: En el año cuarenta y nueve (siglo XX), el doce de diciembre, dos barcos pesqueros que venían de Tarifa, el San Carlos y el San Pedro, y uno de aquí que le decían El lobo, se hundieron cerca de Punta Almina, por el cementerio.
Fue por un temporal, una noche de viento que se metió. Y por la mañana amaneció raso y tranquilo que parecía un plato.
Se ahogaron todos. Por lo menos de Tarifa no se salvó ni uno. Ahí mismo fue, en unos islotes que había ahí.
Rafael: Unas piedras de mármol que hay allí con unos filos que cortan…
Tomasa: Nosotros hemos sido gente de mar. Cuando no se ganaba nada en la mar, no había qué comer. Mi madre nos decía que no volviéramos a la casa a mediodía, que nos quedáramos en la escuela hasta las seis de la tarde porque a esa hora daban un jarrillo de lata con malta para merendar. Así se ahorraba la comida.
Rafael: La mar daba poco, pero cuando venía el tiempo de las melvas, la gente de tierra (los albañiles y demás) se embarcaba en las traíñas.
Tomasa: Había rachillas malas y buenas, como la temporada de la melva. Porque con luna (llena) no se pescaba porque el pescado no acudía.
Rafael: Cuando había luna, alumbraba toda la mar y los pescados salían por todos lados. Ahora, cuando estaba oscuro se juntaban y con las luces de las barcas enfocábamos a un sitio y ahí acudían.
Tomasa: Mi padre era lucero. Eran unos botes con unas luces que alumbraban el pescado.
Rafael: El pescado se juntaba y se cogía. Pero antes había más pescado que ahora. Yo me he tirado un mes entero yendo todos los días a Algeciras a descargar pescado.
Tomasa: Llegaban todos los días cien cajas de sardina, pero los pescadores de aquí se han perdido ya.
Carlos Cordero (yerno): Cuando eran novios, él salía con su paterita y le decía a ella:
-Espérame en la playa.
Y se montaban en la barquita, él iba pescando y ella, haciendo su punto en la misma barca. Y ese era su paseo.
Tomasa: No era de novios, era de recién casados, que lo que ganaba eran quince pesetas.
Muchas veces me decía:
-Me voy a ir a pescar. Y cuando sea la hora tal, tú te arrimas allí, por El Chorrillo.
Carlos: Incluso, antes de salir le decía:
-Prepara los avíos que te voy a traer un rascacio.
Él sabía lo que iba a traer, cogía el pescado que él quería.
Tomasa: Yo encendía el anafe, que tenía tres patas, y guardaba el calor. Con una lata misma se hacía la comida.
 * * *