martes, 27 de noviembre de 2012

Ceda el paso


Ceda el paso, venga, deje pasar hombre.
Que llega el fin del mundo y no puede detenerse.
Que esto no hay quien lo pare (anque se opongan, aunque no quieran cedernos el paso).
Tenemos muchas rotondas todavía, ¿quiere que le reserve alguna en especial?
¿Qué es lo suyo: un tanque, un submarino, un banco, mala leche...? 
No importa. Tenemos una bonita rotonda para usted.
Pero... ¿nos dejará pintar el cacharrito después?
A nuestro gusto claro, ya que nos encargamos del mantenimiento...
O ponerle unos geranios en las toberas, que eso viste mucho. No veas como gusta por ahí.
¿El submarino? ¿Con un estanque...? Bueno, habrá que estudiarlo, sí, no parece mal... 
¡Pero amarillo! El submarino digo claro, no el estanque. 
Buento, entonces, ¿pa cuándo le recogemos el chisme? Mire que nos lo quitan de las manos... y con lo caro que está el gasoil, mejor en la peana que volando asustando a los malos...
Venga, cedan el paso ya, si pa luego es tarde. Echen una manita hombre, no lo pongan más difícil...
Que somos el fin del mundo, que no sabemos cuánto va a durar esto, pero vaya, que ya es pa siempre...

No hay comentarios:

Publicar un comentario