El pasado viernes 16 de diciembre nos topamos con una cuba repleta de restos de jardinería. Residuos le llaman a eso.
La cantidad de materia orgánica compostable era considerable, suponemos que ese será el principal destino.
No obstante algunas cosas llamaron nuestra atención, los restos de una pita fundamentalmente.
Así que el maletero del coche se llenó de trozos del "tronco" de una pita "vieja". ¿Para qué? Pues tiene diveros usos... Los vamos a investigar y ya os diremos. De momento su musicalidad mediante simple percusión (dos trozos entre sí o con un trozo de tubo de PVC de tubería) es alucinante.
Luego me entero que se puede vaciar (dejando el trabajo de hacer esto a las hormigas) y se puede fabricar un "didjeridu" (me lo cuentan Luciano y Elena).
Luciano me dice también que al oirme hacer esta percusión se le ha ocurrido un sistema de riego pasivo (permacultural) con estos "troncos".
Luciano y Raúl me indican que con la base se puede se hace un tambor o "djembe" (os pasamos un enlace a Ensaimada malabar, La web del malabarista aficionado de Mallorca).
Total, que en una nueva visita a aquella cuba la base de la pita acaba de nuevo en mi coche.
También nos llevamos algunos "hijos" para plantarlos en otros lugares y que en el futuro nos den fibra para hacer cuerda, o más instrumentos musicales. Y mientras tanto hagan "su trabajo" de pita como parte del ecosistema.
La pita, esa planta tan ligada a mi infancia, a mis paisajes, a Ceuta.
La pita "ha muerto", ¡viva la pita!
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